Ford F-150

Este modelo ha sido bautizado como la pick-up tecnológicamente más avanzada del planeta. Y es que sus atributos se evidencian a simple vista, con una figura dominante y un interior bastante agradable y atractivo.

Pero su historia va mucho más allá. En 1948, nace lo que se conoció como la Ford F Series, un línea de camionetas que arrasaron en el mercado mundial por su funcionalidad, siendo la F-100 la más representativa.

En ese grupo también participó la F-150, referida inicialmente como el "pesado" Ford Camión. Aunque se introdujo en 1975, retomó su fuerza en la década de los ochenta como una verdadera pick-up y reemplazando a la icónica F-100 que se mantuvo por más de 20 años.

Hasta la fecha, Ford ha sabido seducir con un total de siete generaciones impecables, cada una de ellas con detalles sorprendentes y agradables que la convierten como una de las consentidas de la marca del óvalo.

Cuando hablamos de poder, debemos referirnos inmediatamente al reconocido y eficiente motor EcoBoost que anima a la nueva generación de la F-150, mejorando notoriamente frente a la versión anterior.

Las cifras son increíbles para un vehículo de estas características, son 365 caballos de potencia a las 5.000 revoluciones y un impresionante torque de 58,02 kg-m a 2.500 rpm.

En esta ocasión Ford pone a disposición una transmisión automática de seis velocidades con gestión de remolque y opción seudomanual 'SelectShift'.



De acuerdo con los directivos de la marca, el buen comportamiento de esta pick-up, fuera del asfalto, está asegurado con un sistema electrónico 4x4 ESOF, disponible en la versión XLT, que se conecta girando una perilla, sin necesidad de detener la marcha. Por otro lado, en la versión tope, la opción 4x4 es automática y además incluye el paquete FX4 que permite disfrutar aún más la experiencia off road.

Asimismo, incluye diferencial trasero con bloqueo electrónico, control de descenso, amortiguadores especiales todoterreno y placas protectoras para el tanque de combustible, la caja de transferencia y el diferencial delantero.



La seguridad está garantizada con dispositivos como los seis airbags, frenos de disco en las cuatro ruedas con sistema ABS y activación automática de las luces de emergencia y la bocina en caso de siniestro, que forman parte del gran arsenal.




Además de su poderoso motor, la séptima generación se caracteriza por tener como novedad una carrocería fabricada en aleación de aluminio de alta resistencia del mismo grado empleado en vehículos militares y aeroespaciales, que le permitió darle un descanso a la báscula de más de 200 kilos y a ser menos vulnerable frente a los golpes.

En comparación con el primer modelo de la década de los ochenta, la F-150 ya no es ni la sombra de lo que fue. Ahora estamos frente a un vehículo más potente y aguerrido que con cada generación gana fuerza, altura, carácter y robustez.



El frente de este modelo es realmente impresionante. Lo primero que llama la atención es su enorme parrilla con sistema de rejillas activo que bloquea o permite el paso del aire hacia el motor según la temperatura del mismo; así como sus luces delanteras en forma de cuña con tecnología LED que se volvieron más estilizadas. El bómper cromado colabora con ese look dominante, al igual que las exploradoras cuadradas.

La parte de atrás también resalta, ya que la F-150 es la única pick-up que utiliza LEDs en sus farolas traseras. En cuanto al platón, el fabricante estadounidense lo redefinió para hacerlo más eficiente, integrándole el sistema BoxLink de interfaz configurable, al que se le pueden acoplar rampas, contenedores de almacenamiento, entre otros accesorios.



A los lados también podemos notar su robustez con unos espejos de gran tamaño y visibilidad que, además de albergar luces de giro, carga con un sistema de iluminación pequeño que contribuye a una mejor percepción de los costados.

Las líneas ayudan a darle un aspecto mucho más cuadrado, mientras que sus riñes de 17 pulgadas en aluminio pintado para sus versiones XLT y de 18 pulgadas cromado para la variante Lariat, la impregnan de mucha más deportividad.

Por último, la cabina de la F-150 es cinco cm más ancha que el modelo anterior. El piso en la parte posterior es más plano, ofreciendo mayor capacidad de almacenamiento bajo el asiento. La versión XLT Super Cab, que resulta ser la de entrada, cuenta con puertas traseras en sentido opuesto a las delanteras, con un ángulo de apertura de 170 grados.



El interior de la F-150 brilla por sí solo. Según la versión, puede equipar techo panorámico doble, pedales ajustables, asientos delanteros eléctricos con memoria y sistema de climatización dual. En materia de conectividad cuenta con el sistema MyFord Touch con pantalla táctil de ocho pulgadas con funciones de auto-media, teléfono y navegación GPS. Por supuesto, integra la exclusiva tecnología de conectividad SYNC con mandos de voz y un sistema de audio Sony de 10 bocinas con sub-woofer independiente.



Ejemplo de su avanzada tecnología es el sistema BUS con sensor de punto ciego y alerta de tráfico cruzado para maniobras en reversa. Adicional a ello, dispone de un inteligente sistema de acceso sin llave y encendido con botón de arranque, funciones que permiten programar el clima deseado antes de ingresar a la cabina o abrir la puerta del platón de forma automática. También, cuenta con sensores de lluvia, luces automáticas con altas inteligentes y un sistema de manejo personalizado de MyKey que permite restringir la velocidad máxima o el volumen del equipo, cuando se haga uso de la llave de repuesto.

Fuente: revista motor.

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