Si el Porsche Cayenne de por sí es un SUV de grandes prestaciones, con la versión S E-Hy-brid las emociones se intensifican.
El modelo tiene una imagen robusta, gracias al estilo fuerte impregnado tanto adelante como atrás, con trazos sofisticados y pronunciados muy evidentes en el capó. Las aletas delanteras junto con los faros y las tomas de aire ubicadas en la parte inferior acentúan su carácter fuerte.
Las líneas laterales dejan ver que se trata de un deportivo con carácter, imponencia que también le otorgan los espejos retrovisores con luces intermitentes integradas y los riñes de 21 pulgadas.
Para corroborar esa robustez que expresa en su diseño, ste modelo híbrido enchufable combina dos motores (uno de gasolina y otro eléctrico) que en total suman 416 caballos de potencia. La sola entrega del motor de gasolina V6 de 3.0 litros es de 321 caballos de potencia, mientras que el eléctrico proporciona 95 caballos más.
Porsche mejoró su sistema híbrido al incorporar un mecanismo para ser alimentado a través de un tomacorriente y de esta manera ofrecer mayor rendimiento con eficiencia. De hecho, el consumo medio se redujo de 8,2 a 3,4 1/100 km, dato que se homologa con el de los vehículos híbridos enchufables, resultado matemático de la combinación del consumo en modo eléctrico y el consumo con la batería descargada.
¿CÓMO FUNCIONA?
Esta Cayenne trabaja bajo el concepto híbrido, donde el vehículo puede propulsarse por el motor de combustión interna, por el motor eléctrico o por ambos al mismo tiempo. Es una tecnología que va más allá de ofrecer un mecanismo de ahorro.
En el mismo nombre se expresa todo. La letra E, que antecede al nombre híbrido, transmite un significado especial. Es un concepto orientado hacia el futuro E-Mobility con los primeros modelos híbridos Plug-in paralelos del segmento SUV en el mercado.
La batería de alto voltaje con tecnología de iones de litio (ubicada en el baúl) dispone de una capacidad de 10,8 kWh y se carga directamente desde una base de enchufe en aproximadamente 3,5 horas. Esta unidad no requiere mantenimiento y cuenta con seis años de garantía.
Para el uso diario y en modelo eléctrico, esta Cayenne se carga en 1,3 horas con el cargador de 7,2 kW y ofrece una autonomía de 18 a 36 km a una velocidad máxima de 125 km/h.
Estas cifras varían de acuerdo con las condiciones de manejo, situación del tráfico, carga y condiciones ambientales, entre otras.
La batería también se recarga en las fases de deceleración y frenada, cuando el motor eléctrico invierte su funcionamiento y actúa como generador. En el cuadro de instrumentos hay un indicador que muestra cuánto se está recargando en función de la fuerza con la que se presiona el pedal.
Una tercera forma de recarga es a través del modo E-Charge, mediante el accionamiento de un botón en la consola. El motor eléctrico trabaja como generador pero usa la energía del motor de combustión. En este modo se consume mayor gasolina, pero aumenta la autonomía eléctrica.
El encendido de la Cayenne es silencioso y es el motor eléctrico el encargado de impulsarla. Debido a que este propulsor está unido a la caja, los cambios son perceptibles y la aceleración es suave, aunque con poca fluidez.
Al acelerarlo con firmeza entra en funcionamiento el motor de combustión, que se encarga de entregar el verdadero rendimiento de este SUV deportivo. En el tablero se muestra un gráfico que registra la demanda de potencia del motor eléctrico y el punto de encendido del motor de gasolina. Cuando se baja la presión al pedal del acelerador, el sistema vuelve al modo híbrido, automovilismo de competición, muy práctico y con todo al alcance de la mano del conductor. La consola central tiene forma ascendente hacia adelante, típica de un auto de carreras.
El volante deportivo multifunción está inspirado en el 918 Spyder, una combinación de elevada ergonomía y estética vanguardista.
En general se respira confort, versatilidad y clase.
El modelo tiene una imagen robusta, gracias al estilo fuerte impregnado tanto adelante como atrás, con trazos sofisticados y pronunciados muy evidentes en el capó. Las aletas delanteras junto con los faros y las tomas de aire ubicadas en la parte inferior acentúan su carácter fuerte.
Las líneas laterales dejan ver que se trata de un deportivo con carácter, imponencia que también le otorgan los espejos retrovisores con luces intermitentes integradas y los riñes de 21 pulgadas.
Para corroborar esa robustez que expresa en su diseño, ste modelo híbrido enchufable combina dos motores (uno de gasolina y otro eléctrico) que en total suman 416 caballos de potencia. La sola entrega del motor de gasolina V6 de 3.0 litros es de 321 caballos de potencia, mientras que el eléctrico proporciona 95 caballos más.
Porsche mejoró su sistema híbrido al incorporar un mecanismo para ser alimentado a través de un tomacorriente y de esta manera ofrecer mayor rendimiento con eficiencia. De hecho, el consumo medio se redujo de 8,2 a 3,4 1/100 km, dato que se homologa con el de los vehículos híbridos enchufables, resultado matemático de la combinación del consumo en modo eléctrico y el consumo con la batería descargada.
¿CÓMO FUNCIONA?
Esta Cayenne trabaja bajo el concepto híbrido, donde el vehículo puede propulsarse por el motor de combustión interna, por el motor eléctrico o por ambos al mismo tiempo. Es una tecnología que va más allá de ofrecer un mecanismo de ahorro.
En el mismo nombre se expresa todo. La letra E, que antecede al nombre híbrido, transmite un significado especial. Es un concepto orientado hacia el futuro E-Mobility con los primeros modelos híbridos Plug-in paralelos del segmento SUV en el mercado.
La batería de alto voltaje con tecnología de iones de litio (ubicada en el baúl) dispone de una capacidad de 10,8 kWh y se carga directamente desde una base de enchufe en aproximadamente 3,5 horas. Esta unidad no requiere mantenimiento y cuenta con seis años de garantía.
Para el uso diario y en modelo eléctrico, esta Cayenne se carga en 1,3 horas con el cargador de 7,2 kW y ofrece una autonomía de 18 a 36 km a una velocidad máxima de 125 km/h.
Estas cifras varían de acuerdo con las condiciones de manejo, situación del tráfico, carga y condiciones ambientales, entre otras.
La batería también se recarga en las fases de deceleración y frenada, cuando el motor eléctrico invierte su funcionamiento y actúa como generador. En el cuadro de instrumentos hay un indicador que muestra cuánto se está recargando en función de la fuerza con la que se presiona el pedal.
Una tercera forma de recarga es a través del modo E-Charge, mediante el accionamiento de un botón en la consola. El motor eléctrico trabaja como generador pero usa la energía del motor de combustión. En este modo se consume mayor gasolina, pero aumenta la autonomía eléctrica.
El encendido de la Cayenne es silencioso y es el motor eléctrico el encargado de impulsarla. Debido a que este propulsor está unido a la caja, los cambios son perceptibles y la aceleración es suave, aunque con poca fluidez.
Al acelerarlo con firmeza entra en funcionamiento el motor de combustión, que se encarga de entregar el verdadero rendimiento de este SUV deportivo. En el tablero se muestra un gráfico que registra la demanda de potencia del motor eléctrico y el punto de encendido del motor de gasolina. Cuando se baja la presión al pedal del acelerador, el sistema vuelve al modo híbrido, automovilismo de competición, muy práctico y con todo al alcance de la mano del conductor. La consola central tiene forma ascendente hacia adelante, típica de un auto de carreras.
El volante deportivo multifunción está inspirado en el 918 Spyder, una combinación de elevada ergonomía y estética vanguardista.
En general se respira confort, versatilidad y clase.
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