Toyota RAV4 2.0 / 2.5

En 1994 Toyota revolucionó el mundo del automóvil con el lanzamiento de un pequeño auto familiar con aspecto de todo-terreno y tracción en las cuatro ruedas, el cual denominó RAV4 (Recreational Activity Vehicle 4-wheel drive). Fue entonces cuando nació el primer SUV de la historia.

Desde allí se han presentado cuatro generaciones y a distintos países ha llegado el modelo 2016 de la Toyota RAV4, con cambios importantes que la ponen como referente en el segmento, especialmente por su diseño frontal deportivo y su concepto práctico y familiar.

Por ser un rediseño de la cuarta generación, las dimensiones permanecen intactas con unas medida de 4,57 m de longitud por 1,84 m de ancho y una distancia entre ejes de 2,66 m, que le confieren un espacio interior amplio y cómodo.

El concepto que dio forma a la RAV4 2016 está basado en el diseño StrongAthlete (atleta fuerte). ¿Cómo lo logra? Con un afilado diseño que es producto de la estructuras delgadas que se proyectan desde la persiana superior y se integran a las líneas de las luces delanteras para otorgarle una mirada única y diferente.

Aunque se trata de un facelift, los cambios son profundos. Por ejemplo, el afilado diseño de la carrocería tiene mucho que ver con la aerodinámica, pues ahora este SUV registra un coeficiente de 0,31 Cx, uno de los mejores de la categoría.

Sin embargo, esta reducción en la resistencia no implica un condicionante de cara a la habitabilidad. Por el contrario, la RAV4 ofrece un habitáculo con piso plano para que cinco ocupantes vayan cómodamente sentados y una amplia zona de carga con 476 litros de volumen, además de contar con un amplio doble fondo bajo el piso que amplía la carga a 506 litros.

Otro punto para resaltar es el notorio trabajo para mejorar la visibilidad hacia todos los ángulos. Además de tener espejos laterales de buen tamaño, se amplió el ancho del panorámico y su inclinación se mejoró considerablemente. De igual forma, se redujeron los puntos ciegos de los parales delanteros, ahora un ocho por ciento más delgados.



La altura al piso (más de 16 cm) y los ángulos de ataque y de salida de este vehículo, les facilita a los usuarios acceder sin problemas a zonas de difícil ingreso. Esto se refleja en las aptitudes para transitar por terrenos destapados y caminos difíciles sin golpear el auto por debajo.

La RAV4 tendrá dos configuraciones que se diferenciarán por el tipo de tracción. La versión STreet y la XRoad, ambas con tracción 4x2 y 4x4, estarán disponibles con motores de 2,0 litros o 2,5 litros.



Las referencias con propulsión 2,5 litros tendrán elementos diferenciadores: los espejos laterales, ahora con luces direccionales integradas y desempañador, son del mismo tono de la carrocería. Como novedad, estos incluyen una película hidrofílica que se encarga de mejorar la visibilidad, ya que su función es evitar la acumulación de agua en tiempos de lluvia y dejar el espejo siempre limpio.

Los riñes para todas las versiones son de 17 pulgadas, con un diseño de radios dobles y tridimensionales que enfatizan la deportividad del vehículo. Lo mismo ocurre con el sistema Smart Entry o apertura inteligente de las puertas, que consta de sensores de última generación en la manija de las puertas, sin necesidad de usar llave ni botón. Otros dos elementos comunes son los rieles en el techo y la quinta puerta de apertura eléctrica.



Como se anticipó, la RAV aterriza en el mercado con dos motores de gasolina. Manejamos los dos y la respuesta es de aplaudir. El propulsor de 2.5 litros cuenta con 178 caballos de potencia y un torque de 23,8 kg-m entre las 1.800 y 4.100 rpm, lo que facilita una aceleración con solvencia cuando es necesario. Se acompaña de una caja automática secuencial de 6 velocidades.

Los cambios son suaves, pero cuando se quiere una respuesta más alegre, se pasa la palanca al modo secuencial, lo cual permite que el conductor lleve la aguja a lo más alto del tacómetro para experimentar un manejo deportivo.



En cuanto al motor de entrada (de 2.0 litros), que puede ser de tracción delantera (4x2) o total (4x4), tiene acoplada una transmisión automática variable continua (CVT) que simula siete velocidades en la opción de manejo manual. La potencia es de 145 caballos de potencia y un torque de 19,8 kg-m desde 1.800 hasta las 3.600 rpm.

La RAV4 tiene tres modos de conducción: Sport, Estándar y Eco. En el primer modo permite un manejo más deportivo, pero en las versiones de tracción total (4x4) el computador envía un 10 por ciento más de torque a las llantas traseras para alcanzar un mayor control en curvas cerradas a alta velocidad.



En el modo Eco, el auto se ajusta para obtener mayor economía de combustible y adopta un comportamiento suave. Al usar el sistema, un indicador se ilumina en el tablero y otro avisa el momento de hacer el cambio. Esto para optimizar el desempeño y ahorrar combustible cuando se marcha en caja mecánica.

La RAV4 está de regreso y lo hace con sólidos argumentos para seguir siendo el pionero en el segmento. Los cambios le benefician con más tecnología, seguridad y comodidad interior.



Las versiones con tracción total o 4x4 funcionan con un control de acoplamiento electromagnético que permite bloquear el diferencial trasero con el fin de tener tracción en las cuatro llantas. Como novedad, el RAV4 cuenta con control activo de torque (Active Control Torque, ATC) que, mediante un mando electrónico, determina en qué momento necesita tracción total o delantera.



Esta Toyota incorpora un amplio listado de elementos de seguridad. Destacamos los sistemas de frenos A8S con distribución electrónica de frenado (EBD) y el frenado de emergencia (BA). En todas las versiones dispone de ayudas como el control de estabilidad (VSC), que ayuda a prevenir que las llantas se deslicen, y control de tracción (TRAC). También cuenta con Hill-Start Assist Control (HAC) o asistente de ascenso, el cual permite que en una pendiente el vehículo no se deslice hacia atrás por efecto de la gravedad cuando se ha quitado el pie del freno.

Fuente: revista Turbo.

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