Evolución histórica de los autos en cuanto a diseño. De increíbles carruajes donde la elegancia era primordial, la industria automotriz ha evolucionado a modelos mucho más grandes y de diseños atrevidos. Los autos no siempre fueron cómodos y potentes, su apariencia ha sido modificada para brindarnos, más que un transporte, un estilo de vida.
Si queremos hablar sobre el diseño automotriz, tendríamos que trasladarnos hasta 1769, época en la que el inventor francés Nicholas-Joseph Cugnot, presentó al mundo el primer modelo propulsado a vapor. Se trataba de un triciclo con ruedas de hierro y estructura de madera, que llevaba al frente una especie de caldera. Un diseño muy rústico para nuestro gusto, pero que no lo era para aquella época en la que la innovación era algo mágico.
Si hablamos de apariencia no hay mucho que decir, la imaginación de los diseñadores estaba enfocada más en la utilidad que en cómo lucían sus primeras máquinas. Países como Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos empezaron a trabajar en nuevos prototipos, pero las carrozas propulsadas por caballos seguían siendo el medio de transporte por excelencia.
Fue así como el mundo avanzó y el diseño automotriz con él. Inglaterra vivió un periodo de evolución muy importante entre 1820 y 1840, sin embargo, su política gubernamental prefirió apoyar el crecimiento ferroviario que el transporte privado.
Solo hasta 1866 se vio un verdadero avance en el diseño automotor. El alemán Gottlieb Daimler construyó el primer automóvil propulsado por un motor de combustión interna. Su apariencia era mucho más fina y delicada, la cabina era cubierta y el chasis de cuatro ruedas. Su capó era delgado y alargado, mientras que se utilizó el vidrio para cubrir a los ocupantes.
Este vehículo fue el comienzo de una nueva era para el transporte, con autos mucho más cómodos y de apariencia elegante. En este periodo, su compatriota Karl Benz también jugó un papel primordial, con autos más livianos donde la cabina no era prioridad.
"La década de los 50 es considerada la épica de oro en el diseño de automóviles".
El auto de Joseph Cugnot, reconstruido en 1771 tras el choque contra una pared de ladrillo, reposa en el Conservatoire National des Arts et Métiers de París. Esta innovadora propuesta, cuyo diseño también se asemeja al de un tractor, pesaba cerca de 4,5 toneladas, contaba con riñes de madera y ruedas de hierro.
Entre las décadas de 1920 y 1930, se hizo popular la fabricación de autos de lujo diseñados por encargo de los clientes. Más tarde, estos modelos fueron llamados clásicos y hoy en día son considerados joyas de la industria automotriz.
El diseño del primer vehículo con motor a gas en 1886, a cargo del empresario alemán Karl Benz, se salió de todos los parámetros del diseño de ese entonces, ya que funcionaba como un triciclo de enorme ruedas y numerosos radios que no contó con una gran cabina sobre él, sino que solo se trataba de un chasis de peculiar apariencia con un sillín.
Y así llegamos al siglo XX, el momento cúspide para la industria automotriz, con padres como Henry Ford, Louis Renault y Alfred P. Sloan Jr., quienes convirtieron al automóvil en una necesidad más que un lujo.
Los modelos en serie fueron un éxito rotundo, pero después de un tiempo, los mismos diseños terminaron aburrieron a los clientes. Fue allí cuando General Motors decidió fabricar diferentes versiones cada año, con el fin de incentivar la compra. Es así como nació el rediseño y lo que hoy en día llamamos nuevas generaciones.
Este modelo de negocio llevó a las grandes marcas automotrices a fabricar chasis más livianos, que le permitieran moldear nuevas apariencias para sus autos. Desde 1935, el diseño de los vehículos ha sido conducido más por las expectativas del consumidor que por la mejora motriz.
A partir de allí, nacieron nuevos segmentos y con ellos cientos de referencias que verían una consolidación en los años 50, donde la estética comenzó a ganar más fuerza. Más que autos eficientes, la gente buscaba vehículos bonitos y llamativos.
El concepto deportivo ganó fuerza y los descapotados se convirtieron en los más apetecidos. Se empezaron a conocer diseñadores legendarios como Harley Earl, Gordon Buehring, Ferdinand Porsche, Sergio Pinin-farina, Paul Bracq, Ferrucio Lamborghini o Enzo Ferrari, entre otros.
Las figuras cuadradas quedaron atrás y se le dio cabida a autos mucho más largos y musculosos, con mejoras en materiales que no solo permitieron moldearlos para una mejor apariencia, sino mayor eficiencia. Sin duda alguna el consumo de combustible influyó en las nuevas figuras.
• Se elabora una serie de dibujos (digitales o manuales) que son aprobados por un comité.
• Luego de la aprobación, se confeccionan los modelos a escala en arcilla o digitales.
• Se construyen maquetas o cuerpos en blancos de tamaño real para evaluar el aspecto exterior del vehículo.
• En un principio se fabrican conceptos con una imagen mucho más atractiva que muestran cómo lucirán los futuros modelos de producción. Esa sería la fase de expectativa.
Hoy en día, el diseño del auto se volvió un factor de compra, la estética prima ante todo y con ella la tecnología. Los vehículos han ganado carrocerías mucho más resistentes, pero a la vez livianas, lo que ha permitido utilizar suaves líneas para mejorar la apariencia.
El concepto futurista ha ganado terreno y los detalles estilizados ocupan el primer lugar. Los autos más vendidos dejaron de ser los más robustos, la idea compacta se mantiene fuerte y el diseño interior tiene que hacer énfasis en la ergonomía y comodidad para los pasajeros.
Los vehículos eléctricos e híbridos han permitido también modificar los chasis y fabricar modelos más livianos, es el caso de autos como el Smart, Mitsubishi MIEV o el Renault Twizy, que se destacan por su diminuto tamaño.
Fuente: revista Turbo
Si queremos hablar sobre el diseño automotriz, tendríamos que trasladarnos hasta 1769, época en la que el inventor francés Nicholas-Joseph Cugnot, presentó al mundo el primer modelo propulsado a vapor. Se trataba de un triciclo con ruedas de hierro y estructura de madera, que llevaba al frente una especie de caldera. Un diseño muy rústico para nuestro gusto, pero que no lo era para aquella época en la que la innovación era algo mágico.
Si hablamos de apariencia no hay mucho que decir, la imaginación de los diseñadores estaba enfocada más en la utilidad que en cómo lucían sus primeras máquinas. Países como Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos empezaron a trabajar en nuevos prototipos, pero las carrozas propulsadas por caballos seguían siendo el medio de transporte por excelencia.
Fue así como el mundo avanzó y el diseño automotriz con él. Inglaterra vivió un periodo de evolución muy importante entre 1820 y 1840, sin embargo, su política gubernamental prefirió apoyar el crecimiento ferroviario que el transporte privado.
Solo hasta 1866 se vio un verdadero avance en el diseño automotor. El alemán Gottlieb Daimler construyó el primer automóvil propulsado por un motor de combustión interna. Su apariencia era mucho más fina y delicada, la cabina era cubierta y el chasis de cuatro ruedas. Su capó era delgado y alargado, mientras que se utilizó el vidrio para cubrir a los ocupantes.
Este vehículo fue el comienzo de una nueva era para el transporte, con autos mucho más cómodos y de apariencia elegante. En este periodo, su compatriota Karl Benz también jugó un papel primordial, con autos más livianos donde la cabina no era prioridad.
"La década de los 50 es considerada la épica de oro en el diseño de automóviles".
Modelo pionero
El auto de Joseph Cugnot, reconstruido en 1771 tras el choque contra una pared de ladrillo, reposa en el Conservatoire National des Arts et Métiers de París. Esta innovadora propuesta, cuyo diseño también se asemeja al de un tractor, pesaba cerca de 4,5 toneladas, contaba con riñes de madera y ruedas de hierro.
Autos clásicos
Entre las décadas de 1920 y 1930, se hizo popular la fabricación de autos de lujo diseñados por encargo de los clientes. Más tarde, estos modelos fueron llamados clásicos y hoy en día son considerados joyas de la industria automotriz.
Autos descubiertos
El diseño del primer vehículo con motor a gas en 1886, a cargo del empresario alemán Karl Benz, se salió de todos los parámetros del diseño de ese entonces, ya que funcionaba como un triciclo de enorme ruedas y numerosos radios que no contó con una gran cabina sobre él, sino que solo se trataba de un chasis de peculiar apariencia con un sillín.
El gran Auge
Y así llegamos al siglo XX, el momento cúspide para la industria automotriz, con padres como Henry Ford, Louis Renault y Alfred P. Sloan Jr., quienes convirtieron al automóvil en una necesidad más que un lujo.
Los modelos en serie fueron un éxito rotundo, pero después de un tiempo, los mismos diseños terminaron aburrieron a los clientes. Fue allí cuando General Motors decidió fabricar diferentes versiones cada año, con el fin de incentivar la compra. Es así como nació el rediseño y lo que hoy en día llamamos nuevas generaciones.
Este modelo de negocio llevó a las grandes marcas automotrices a fabricar chasis más livianos, que le permitieran moldear nuevas apariencias para sus autos. Desde 1935, el diseño de los vehículos ha sido conducido más por las expectativas del consumidor que por la mejora motriz.
A partir de allí, nacieron nuevos segmentos y con ellos cientos de referencias que verían una consolidación en los años 50, donde la estética comenzó a ganar más fuerza. Más que autos eficientes, la gente buscaba vehículos bonitos y llamativos.
El concepto deportivo ganó fuerza y los descapotados se convirtieron en los más apetecidos. Se empezaron a conocer diseñadores legendarios como Harley Earl, Gordon Buehring, Ferdinand Porsche, Sergio Pinin-farina, Paul Bracq, Ferrucio Lamborghini o Enzo Ferrari, entre otros.
Las figuras cuadradas quedaron atrás y se le dio cabida a autos mucho más largos y musculosos, con mejoras en materiales que no solo permitieron moldearlos para una mejor apariencia, sino mayor eficiencia. Sin duda alguna el consumo de combustible influyó en las nuevas figuras.
¿Cómo funciona el diseño actual?
• Se elabora una serie de dibujos (digitales o manuales) que son aprobados por un comité.
• Luego de la aprobación, se confeccionan los modelos a escala en arcilla o digitales.
• Se construyen maquetas o cuerpos en blancos de tamaño real para evaluar el aspecto exterior del vehículo.
• En un principio se fabrican conceptos con una imagen mucho más atractiva que muestran cómo lucirán los futuros modelos de producción. Esa sería la fase de expectativa.
Hoy en día, el diseño del auto se volvió un factor de compra, la estética prima ante todo y con ella la tecnología. Los vehículos han ganado carrocerías mucho más resistentes, pero a la vez livianas, lo que ha permitido utilizar suaves líneas para mejorar la apariencia.
El concepto futurista ha ganado terreno y los detalles estilizados ocupan el primer lugar. Los autos más vendidos dejaron de ser los más robustos, la idea compacta se mantiene fuerte y el diseño interior tiene que hacer énfasis en la ergonomía y comodidad para los pasajeros.
Los vehículos eléctricos e híbridos han permitido también modificar los chasis y fabricar modelos más livianos, es el caso de autos como el Smart, Mitsubishi MIEV o el Renault Twizy, que se destacan por su diminuto tamaño.
Fuente: revista Turbo
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